Podemos encontrar en la red, algunos artículos de prensa como (Gene Sharp y la ANC. Elcatalán.es, 2 de Julio de 2017. Lo que Puigdemont aprendió de Sharp: las técnicas para destrozar al Estado español. El confidencial, 3 de Octubre 2017. Cataluña y su revolución de color. Geopolítica, 08.10.2017. Pablo García.), que hablan de las prácticas que están llevando los independentistas catalanes, en su proceso para la independencia de Cataluña, relacionándolas con el ya conocido catálogo de actuaciones sin violencia de Gene Charp, “De la Dictadura a la Democracia. Un sistema conceptual para la liberación”.
Hay publicaciones de prensa más antiguas que hablan de la utilización de las técnicas sin violencia de Gene Sharp por la CIA para la desestabilización de regímenes que no le son afines, en concreto el artículo: “Gene Sharp: cuando la CIA recurre a la no-violencia, en kontra Info.com, 13 marzo de 2015, de Thierry Meyssan.
Quienes llevamos muchísimos años, apostando por la noviolencia que emana del Ahimsa de Gandhi, no podemos por menos que congratularnos de que aunque no haya calado, todavía, el Ahimsa gandhiano, por lo pronto y como un primer paso, sean aceptadas por movimientos de todo tipo las técnicas sin violencia. No podemos por menos que pensar en las muertes que se podían haber evitado, si por ejemplo ETA, el GRAPO, el GAL, Las Brigadas Rojas, todos los movimientos de Liberación armados de América Latina y de otros continentes, hubieran conocido a Gene Sharp, o si la CIA o la KGB, en lugar de haber apoyado con armas a muchos de estos movimientos les hubiera adiestrado en las técnicas sin violencia de Gene Sharp, ¡cuántas muertes de podían haber evitado!. Que ahora el Movimiento independentista Catalán, estemos de acuerdo o no con sus planteamientos, lleve su enfrentamiento con el Estado español, sólo con técnicas sin violencia es un motivo de satisfacción para todos/as nosotros/as, y una recomendación para la reflexión, en muchos grupos anarquistas y en todo tipo de organizaciones de izquierdas.
Que la CIA acabe creyendo en que actuaciones sin violencia, bien organizadas y coordinadas son más eficaces que las acciones violentas, algo que ahora nos están demostrando los independentistas catalanes, es para tener esperanzas en un futuro con una reducida violencia directa, y pone de manifiesto la INUTILIDAD DE LOS EJÉRCITOS, lo que debe de hacer reflexionar a las organizaciones de izquierdas, sindicatos, asociaciones ecologistas, cristianos de base, ONGs, etc., para que decidan abiertamente y se declaren YA antimilitaristas, y contemplen en sus programas y escritos, la necesaria y progresiva desaparición de los ejércitos, la reconversión militar y la creación del Ejército Incruento de Mañana. Algo que especialmente no debería de ser olvidado por organizaciones jóvenes como Podemos.
SEGUNDA PARTE
Pero aunque cualquier coincidencia puede parecer que es lo mismo, lo cierto es que las técnicas sin violencia definidas por Sharp en su catálogo, y la noviolencia definida por Gandhi a través de Ahimsa, son dos cosas distintas. Ahimsa adquiere en el universo de Gandhi una gran importancia gracias a la investigación y la interpretación ético-política que él hace de aquella. Para Gandhi, ahimsa era mucho más que el concepto negativo de no usar ni causar daño o sufrimiento a través de la violencia directa. A su juicio, ahimsa debía ser interpretado en positivo y con todas sus potencialidades, tanto es así que lo identificó con el amor. Para Gandhi, amar era el “estado activo de ahimsa”, de la noviolencia, llegando a llamar incluso a ahimsa, como la “ley del amor”. En tal sentido se podría decir que Gandhi consideraría este concepto (amor) con similares significados a los que caridad tiene en el cristianismo (el amor no es sólo intención moral sino también y sobre todo acciones hacia el prójimo) y ágape en lengua griega (compartir). Para Gandhi, ahimsa es clave para comprender en toda su extensión la acción de la noviolencia y, con ella, otros conceptos asociados como satyagraha (concepto inventado por Gandhi que se traduce como “fuerza de la verdad”), sarvodaya (un compuesto (samāsa) que también inventó Gandhi, de dos raíces sánscritas: sarva (todo) y udaya (levantamiento) - "el levantamiento de todos", o como Gandhi lo expresó en su autobiografía, "el bienestar de todos "), swadeshi (como la estrategia, elemento clave para Gandhi, que lo describió como «el alma del Swa-raj» (autogobierno). Swaraj, palabra que se refiere al concepto de Gandhi para la independencia india. Swaraj subraya la gobernación no por un gobierno jerárquico, sino por el autogobierno a través de los individuos y la construcción de la comunidad. El foco está sobre la descentralización política. En este sentido, ahimsa como fuerza de amor y compasión, hacia las demás criaturas implica reducir, hasta los límites posibles el sufrimiento innecesario y gratuito de los animales, llegando incluso a su sacrificio para evitar su angustia. Con la profunda interpretación que hace Gandhi de ahimsa, se llega a comprender la complejidad en la que se expresa la violencia. Para Gandhi, la violencia física tendía a ocultar otros tipos más tenues y sutiles de la expresión de la violencia, la “violencia pasiva”, es decir el necesario combustible, como las palabras y los juicios ásperos, las voluntades perversas dominadas por la ira, el rencor o el resentimiento, la avidez y la codicia, así como la crueldad y la inhumanidad, para alimentar a la violencia física. Para él, ahimsa debía de trabajar en la prevención y la conversión de la violencia pasiva, para evitar la expresión de la violencia física.
Gandhi dice en su libro: “Todos los hombres son hermanos”; La noviolencia es un instrumento al alcance de todos: niños, jóvenes o adultos, con tal que crean efectivamente en el Dios del Amor y saquen de esa fe un amor igual para con todos. Si se acepta la noviolencia como ley de vida, afectará a todo el ser y no sólo a unos cuantos actos aislados”
Las actuaciones sin violencia, que emanan del catálogo de Gene Sharp, más o menos bien organizadas han conseguido poner en jaque a gobiernos y derrocar a regímenes dictatoriales, esto nos da una idea del potencial que encierra la noviolencia definida por Gandhi a través de Ahimsa.
Pero en la estrategia de los independentistas catalanes, de desestabilizar el sistema político español con actuaciones sin violencia, basadas en el catálogo de Gene Sharp, encontramos varios errores.
Gene Sharp elabora su catálogo, pensando en regímenes totalitarios. Que los independentistas consideren el sistema político actual en España como un sistema totalitario similar al franquismo, es el primer error, y una broma de mal gusto, principalmente para quienes sufrieron en sus carnes el franquismo. Esto no quiere decir que el sistema político actual en España, sea una democracia, pero tampoco es un sistema totalitario. Decir que en España gobierna una dictadura totalitaria, es como decir que en Europa gobiernan las dictaduras totalitarias, por tanto en ningún país europeo se reconocerá esta afirmación. El catálogo de Gene Sharp, pensado para dictaduras totalitarias, aquí en las “democracias europeas” presenta profundas lagunas, pues no está pensado para dictaduras, que al contrario de las totalitarias, “no se ven”. Acordémonos del famoso slogan: “A esto le llaman democracia y no lo es, es una dictadura que no se ve”. (Ver nuestra reflexión: Dictadura que no se ve, DqNsB. http://colectivonena.blogspot.com.es/2013/10/dictadura-que-no-se-ve-dqnsb.html ).
El segundo error lo encontramos en las actuaciones de los grupos independentistas, y en sus prácticas que en muy poco se han diferenciado de las practicas y actuaciones de “rodillo”, de los grupos mayoritarios en cualquier parlamento y de cualquier sistema político dictatorial de los que “no se ven”. Unos cuantos actos aislados sin violencia física no son suficientes, pues la “violencia pasiva”, de la que habla Gandhi, ha estado latente y presente.
El tercer error lo encontramos en la falta de respeto de los independentistas a las leyes, y a sus propias leyes.
La ley debe, necesariamente, prever una sanción para el que se sustrae a sus prescripciones. Y el mismo que desobedece a la ley con el fin de denunciar la injusticia que encubre, no puede desear escapar a las sanciones de la ley. Esa sanción es necesaria para la coherencia y la eficacia de una acción de desobediencia civil.
La aceptación de las sanciones es una prueba de que la desobediencia es civil y no criminal. «El criminal, escribe Gandhi, infringe las leyes y subrepticiamente trata de sustraerse al castigo; el que resiste civilmente, actúa de una forma completamente distinta. Se muestra siempre respetuoso con las leyes del Estado al que pertenece, no por temor a las sanciones, sino por que considera esas leyes necesarias para el bien de la sociedad. Sólo que, en ciertas circunstancias, bastante raras, la ley es tan injusta que obedecer parecería una deshonra. Entonces, abierta y civilmente, viola la ley y sufre con calma la pena en la que ha incurrido con esa infracción.» Cuando fue juzgado, el 18 de enero de 1922, por haber desobedecido las leyes del Imperio británico y por haber incitado a sus conciudadanos a actuar de igual manera, Gandhi recordó estos principios en la declaración que leyó ante el tribunal: «La no-violencia pide el sometimiento voluntario a la pena en que se incurra por no haber cooperado con el mal. Estoy, pues, dispuesto a someterme con el corazón alegre al castigo más severo que pueda serme infligido por lo que, según la Ley, es un crimen deliberado y que, a mi parecer, constituye el primer deber del ciudadano. Juez, no puede usted escoger: o dimite y deja así de asociarse con el mal, si considera que la Ley que está encargado de administrar es mala y que en realidad soy inocente, o me impone la pena más severa si cree que el sistema y la Ley que tiene que aplicar son buenos para el pueblo y que mi actividad, por consiguiente, es perniciosa para el bien público.»
Así, M. L. King escribía: «Pretendo que un individuo que infringe una ley porque su conciencia le dice que es injusta y que acepta de buen grado la pena permaneciendo en prisión para despertar la conciencia de la comunidad respecto a esa injusticia, expresa de hecho el más profundo respeto por la ley.»
Hay publicaciones de prensa más antiguas que hablan de la utilización de las técnicas sin violencia de Gene Sharp por la CIA para la desestabilización de regímenes que no le son afines, en concreto el artículo: “Gene Sharp: cuando la CIA recurre a la no-violencia, en kontra Info.com, 13 marzo de 2015, de Thierry Meyssan.
Quienes llevamos muchísimos años, apostando por la noviolencia que emana del Ahimsa de Gandhi, no podemos por menos que congratularnos de que aunque no haya calado, todavía, el Ahimsa gandhiano, por lo pronto y como un primer paso, sean aceptadas por movimientos de todo tipo las técnicas sin violencia. No podemos por menos que pensar en las muertes que se podían haber evitado, si por ejemplo ETA, el GRAPO, el GAL, Las Brigadas Rojas, todos los movimientos de Liberación armados de América Latina y de otros continentes, hubieran conocido a Gene Sharp, o si la CIA o la KGB, en lugar de haber apoyado con armas a muchos de estos movimientos les hubiera adiestrado en las técnicas sin violencia de Gene Sharp, ¡cuántas muertes de podían haber evitado!. Que ahora el Movimiento independentista Catalán, estemos de acuerdo o no con sus planteamientos, lleve su enfrentamiento con el Estado español, sólo con técnicas sin violencia es un motivo de satisfacción para todos/as nosotros/as, y una recomendación para la reflexión, en muchos grupos anarquistas y en todo tipo de organizaciones de izquierdas.
Que la CIA acabe creyendo en que actuaciones sin violencia, bien organizadas y coordinadas son más eficaces que las acciones violentas, algo que ahora nos están demostrando los independentistas catalanes, es para tener esperanzas en un futuro con una reducida violencia directa, y pone de manifiesto la INUTILIDAD DE LOS EJÉRCITOS, lo que debe de hacer reflexionar a las organizaciones de izquierdas, sindicatos, asociaciones ecologistas, cristianos de base, ONGs, etc., para que decidan abiertamente y se declaren YA antimilitaristas, y contemplen en sus programas y escritos, la necesaria y progresiva desaparición de los ejércitos, la reconversión militar y la creación del Ejército Incruento de Mañana. Algo que especialmente no debería de ser olvidado por organizaciones jóvenes como Podemos.
SEGUNDA PARTE
Pero aunque cualquier coincidencia puede parecer que es lo mismo, lo cierto es que las técnicas sin violencia definidas por Sharp en su catálogo, y la noviolencia definida por Gandhi a través de Ahimsa, son dos cosas distintas. Ahimsa adquiere en el universo de Gandhi una gran importancia gracias a la investigación y la interpretación ético-política que él hace de aquella. Para Gandhi, ahimsa era mucho más que el concepto negativo de no usar ni causar daño o sufrimiento a través de la violencia directa. A su juicio, ahimsa debía ser interpretado en positivo y con todas sus potencialidades, tanto es así que lo identificó con el amor. Para Gandhi, amar era el “estado activo de ahimsa”, de la noviolencia, llegando a llamar incluso a ahimsa, como la “ley del amor”. En tal sentido se podría decir que Gandhi consideraría este concepto (amor) con similares significados a los que caridad tiene en el cristianismo (el amor no es sólo intención moral sino también y sobre todo acciones hacia el prójimo) y ágape en lengua griega (compartir). Para Gandhi, ahimsa es clave para comprender en toda su extensión la acción de la noviolencia y, con ella, otros conceptos asociados como satyagraha (concepto inventado por Gandhi que se traduce como “fuerza de la verdad”), sarvodaya (un compuesto (samāsa) que también inventó Gandhi, de dos raíces sánscritas: sarva (todo) y udaya (levantamiento) - "el levantamiento de todos", o como Gandhi lo expresó en su autobiografía, "el bienestar de todos "), swadeshi (como la estrategia, elemento clave para Gandhi, que lo describió como «el alma del Swa-raj» (autogobierno). Swaraj, palabra que se refiere al concepto de Gandhi para la independencia india. Swaraj subraya la gobernación no por un gobierno jerárquico, sino por el autogobierno a través de los individuos y la construcción de la comunidad. El foco está sobre la descentralización política. En este sentido, ahimsa como fuerza de amor y compasión, hacia las demás criaturas implica reducir, hasta los límites posibles el sufrimiento innecesario y gratuito de los animales, llegando incluso a su sacrificio para evitar su angustia. Con la profunda interpretación que hace Gandhi de ahimsa, se llega a comprender la complejidad en la que se expresa la violencia. Para Gandhi, la violencia física tendía a ocultar otros tipos más tenues y sutiles de la expresión de la violencia, la “violencia pasiva”, es decir el necesario combustible, como las palabras y los juicios ásperos, las voluntades perversas dominadas por la ira, el rencor o el resentimiento, la avidez y la codicia, así como la crueldad y la inhumanidad, para alimentar a la violencia física. Para él, ahimsa debía de trabajar en la prevención y la conversión de la violencia pasiva, para evitar la expresión de la violencia física.
Gandhi dice en su libro: “Todos los hombres son hermanos”; La noviolencia es un instrumento al alcance de todos: niños, jóvenes o adultos, con tal que crean efectivamente en el Dios del Amor y saquen de esa fe un amor igual para con todos. Si se acepta la noviolencia como ley de vida, afectará a todo el ser y no sólo a unos cuantos actos aislados”
Las actuaciones sin violencia, que emanan del catálogo de Gene Sharp, más o menos bien organizadas han conseguido poner en jaque a gobiernos y derrocar a regímenes dictatoriales, esto nos da una idea del potencial que encierra la noviolencia definida por Gandhi a través de Ahimsa.
Pero en la estrategia de los independentistas catalanes, de desestabilizar el sistema político español con actuaciones sin violencia, basadas en el catálogo de Gene Sharp, encontramos varios errores.
Gene Sharp elabora su catálogo, pensando en regímenes totalitarios. Que los independentistas consideren el sistema político actual en España como un sistema totalitario similar al franquismo, es el primer error, y una broma de mal gusto, principalmente para quienes sufrieron en sus carnes el franquismo. Esto no quiere decir que el sistema político actual en España, sea una democracia, pero tampoco es un sistema totalitario. Decir que en España gobierna una dictadura totalitaria, es como decir que en Europa gobiernan las dictaduras totalitarias, por tanto en ningún país europeo se reconocerá esta afirmación. El catálogo de Gene Sharp, pensado para dictaduras totalitarias, aquí en las “democracias europeas” presenta profundas lagunas, pues no está pensado para dictaduras, que al contrario de las totalitarias, “no se ven”. Acordémonos del famoso slogan: “A esto le llaman democracia y no lo es, es una dictadura que no se ve”. (Ver nuestra reflexión: Dictadura que no se ve, DqNsB. http://colectivonena.blogspot.com.es/2013/10/dictadura-que-no-se-ve-dqnsb.html ).
El segundo error lo encontramos en las actuaciones de los grupos independentistas, y en sus prácticas que en muy poco se han diferenciado de las practicas y actuaciones de “rodillo”, de los grupos mayoritarios en cualquier parlamento y de cualquier sistema político dictatorial de los que “no se ven”. Unos cuantos actos aislados sin violencia física no son suficientes, pues la “violencia pasiva”, de la que habla Gandhi, ha estado latente y presente.
El tercer error lo encontramos en la falta de respeto de los independentistas a las leyes, y a sus propias leyes.
La ley debe, necesariamente, prever una sanción para el que se sustrae a sus prescripciones. Y el mismo que desobedece a la ley con el fin de denunciar la injusticia que encubre, no puede desear escapar a las sanciones de la ley. Esa sanción es necesaria para la coherencia y la eficacia de una acción de desobediencia civil.
La aceptación de las sanciones es una prueba de que la desobediencia es civil y no criminal. «El criminal, escribe Gandhi, infringe las leyes y subrepticiamente trata de sustraerse al castigo; el que resiste civilmente, actúa de una forma completamente distinta. Se muestra siempre respetuoso con las leyes del Estado al que pertenece, no por temor a las sanciones, sino por que considera esas leyes necesarias para el bien de la sociedad. Sólo que, en ciertas circunstancias, bastante raras, la ley es tan injusta que obedecer parecería una deshonra. Entonces, abierta y civilmente, viola la ley y sufre con calma la pena en la que ha incurrido con esa infracción.» Cuando fue juzgado, el 18 de enero de 1922, por haber desobedecido las leyes del Imperio británico y por haber incitado a sus conciudadanos a actuar de igual manera, Gandhi recordó estos principios en la declaración que leyó ante el tribunal: «La no-violencia pide el sometimiento voluntario a la pena en que se incurra por no haber cooperado con el mal. Estoy, pues, dispuesto a someterme con el corazón alegre al castigo más severo que pueda serme infligido por lo que, según la Ley, es un crimen deliberado y que, a mi parecer, constituye el primer deber del ciudadano. Juez, no puede usted escoger: o dimite y deja así de asociarse con el mal, si considera que la Ley que está encargado de administrar es mala y que en realidad soy inocente, o me impone la pena más severa si cree que el sistema y la Ley que tiene que aplicar son buenos para el pueblo y que mi actividad, por consiguiente, es perniciosa para el bien público.»
Así, M. L. King escribía: «Pretendo que un individuo que infringe una ley porque su conciencia le dice que es injusta y que acepta de buen grado la pena permaneciendo en prisión para despertar la conciencia de la comunidad respecto a esa injusticia, expresa de hecho el más profundo respeto por la ley.»
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:
· Enciclopedia de la Paz y Conflictos. Mario López. Instituto de la Paz y Conflictos. Universidad de Granada.
· Estrategia de la noviolencia. Jean-Marie Muller.
· Gandhi, su pensamiento y su acción, Camille DEVxsr, Fontanella, Barcelona
· El pensamiento político de Gandhi, Ana FRAGA, , Zyx, Madrid, p. 86.