Nos habíamos propuesto no perder tiempo con el tema catalán, pero al sentirnos inundados por el, no nos hemos podido resistir a hablar y reflexionar sobre la situación.
Lo primero que nos llama la atención, es el momento en el que se empieza a poner sobre la mesa, o como nos gusta llamar, el momento en el que se desentierra el “hacha de la independencia de Cataluña”. Este hacha, es una herramienta que como sabemos se enterró con la vuelta a la democracia, y que ahora 40 años después se pone sobre la mesa, con un furor y una determinación que como poco, nos hace sospechar.
Por otro lado, entendemos que “independencia” no es sinónimo de nada, ni de más democracia, ni de más justicia social, ni de más bienestar para los más desfavorecidos, etc., ser independientes entendemos que no es garantía de nada. Se puede desear la independencia siendo de izquierdas, pero también se puede ser independentista y ser de derechas. Tradicionalmente la izquierda catalana, siempre ha tenido deseos de alcanzar una Cataluña independiente, y posiblemente una parte de la derecha catalana también lo ha deseado. Así mismo, entendemos que una cosa es la independencia y otra el derecho a expresarse libremente.
No deja de llamar nuestra atención que esa derecha catalana independentista que hoy abandera el enfrentamiento abierto con el Estado español, haya estado gobernado 23 años de los cuales casi la mitad con mayoría absoluta, y hasta ahora no hayan desenterrado el “hacha de la independencia”. Pensamos que les hubiera sido muy fácil presionar a esos gobiernos de derechas y de izquierdas a los que dieron estabilidad, gobiernos de Suarez, de Felipe González y de Aznar, para haber conseguido un referéndum pactado, que hiciera posible que los ciudadanos catalanes y de cualquier comunidad puedan expresar de qué forma quieren relacionarse con el Estado, pues Pujol consiguió hasta que Aznar hablara catalán.
Jordi Pujol, estuvo desde 1978 al 2003 al frente del Gobierno catalán.
Jordi Pujol junto a su padre y su cuñado crean Banca Catalana que en 1982 entra en crisis. Es rescatada por el Fondo de garantía de depósitos de España, o sea por todos nosotros, españoles y catalanes.
En 1986, después de haber recopilado más de 3.000 folios en nueve volúmenes, que se complementaban con cerca de 65.000 folios de documentación, concluye la instrucción el magistrado Ignacio de Lecea.
Los fiscales Mena y Villarejo presentaban la petición de procesamiento de los 18 exconsejeros del banco, entre ellos Pujol, por presuntos delitos de apropiación indebida, falsedad en documento público y mercantil y maquinación para alterar el precio de las cosas. Nadie entra en prisión ni es condenado, a pesar de que se consideró que se pudo llevar a cabo una gestión imprudente e incluso desastrosa.
El 24 de febrero de 2005, se hace público el “Caso 3 %”. Es un escándalo de corrupción política que apunta al cobro de un porcentaje del 3% del presupuesto de las obras públicas adjudicadas por parte del gobierno de la Generalitat de Convergència i Unió, que mencionó por primera vez Pasqual Maragall, y que finalmente fue archivado. Posteriormente el caso fue reabierto y desde al menos el 2015 se encuentra en fase de investigación en los juzgados
En julio de 2012 se conoció, a través de diversos medios de comunicación, el caso de las ITV, donde aparece implicado Oriol Pujol uno de los hijos de Jordi Pujol.
A partir de 2012 algunos medios de comunicación empezaron a publicar datos que apuntaban a la existencia de cuentas en Suiza con dinero irregular implicando tanto al Jordi Pujol como su mujer y a sus hijos a los que se los vincula con diferentes casos de corrupción y con la titularidad de abultadas cuentas corrientes en diferentes paraísos fiscales.
El 25 de septiembre de 2012, el heredero político de Jordi Pujol, Artur Mas convoca elecciones, dos años antes de lo previsto, articulando su programa electoral entorno al soberanismo. Hasta esta fecha sólo se había conocido el caso del 3 %, el de las ITV, y la vinculación de la familia Pujol con cuentas en Suiza y otros paraísos fiscales.
Entendemos que a partir de
este momento se desentierra abiertamente el “hacha de la independencia”,
con estos y otros casos de corrupción a las espaldas de los que
abanderan el proceso soberanista.
Vemos mucha coincidencia que cuando se empiezan a destapar los trapos sucios en los que se encuentran involucrada la familia Pujol y el partico CiU, que les ha dado cobertura durante tantos años, surja con tanta decisión y fuerza el tema de la independencia y el derecho a decidir.
Por otro lado, nos resulta muy chocante, que durante 40 años, la derecha catalana que hoy pide el derecho a expresarse y a decidir, así como la izquierda que se suma a este carro, han estado aceptando y participando en una democracia representativa, que no contempla y a su vez prohíbe este tipo de expresiones.
Estamos, sin lugar a dudas, por el derecho a decidir de los pueblos, lo mismo que estamos y hemos estado en contra de esta democracia representativa que tanto le ha servido a algunos para engrosar sus cuentas en Suiza y otros paraísos fiscales.
Nuestra reflexión nos lleva a pensar que este no es el momento de iniciar un enfrentamiento abierto contra el Estado por el derecho de los pueblos a decidir. También nos lleva esta reflexión a pensar que una vez más la izquierda se equivoca, pues estamos tan poco acostumbrados a ser protagonista, que cuando la oligarquía y la burguesía te da un poco de “cuartelillo”, porque te necesita para alcanzar sus propios intereses, la izquierda se lanza como un caballo desembocado, y lo mismo que en otros tiempos el movimiento obrero, los sindicatos y partidos de izquierdas, fueron utilizados por las burguesías para conseguir el paso de la sociedad feudal a la industrial, dando estabilidad y favoreciendo el paso de un sistema feudal a uno democrático representativo; por lo que si antes la economía y las personas pertenecían a los señores feudales, con la democracia representativa esto no ha cambiado, las burguesías y oligarquías de ahora, nos siguen controlando, dirigiendo nuestras vidas, nuestros gustos, y cuando a ellos les interesa nos tocan la música que a nosotros nos gusta oír para que bailemos al ritmo que nos marcan. Alguien decía en una entrevista de radio que la socialdemocracia había quedado para gestionar el capitalismo, y nosotros pensamos que no solo la socialdemocracia, sino que la izquierda en general ha quedado para gestionar el capitalismo.
Entendemos que este no es el momento por lo siguiente:
- Primero porque quien desentierra el hacha de la independencia, del derecho a decidir, del referéndum, no es la izquierda sino la burguesía y oligarquía catalana que tanto tiempo ha estado callada, y mientras les ha interesado han dando estabilidad al Estado.
- Segundo porque lo hace justo en el momento en el que están siendo investigados y perseguidos por la justicia, descubriéndose y destapándose todas sus tropelías.
- Tercero, porque ir de la mano de quienes nos han estado “presuntamente” robando a “espuerta” o mejor dicho en bolsas de plástico, es un terreno demasiado pantanoso en el que la izquierda no debería introducirse. Pues entendemos que el fin no justifica los medios. Decía Gandhi, que no quería una India independiente si para ello había que recurrir a métodos poco éticos.
- Cuarto, vemos una vez más, que con toda esta movida los beneficiarios últimos serán por una lado, la burguesía catalana que necesita controlar la situación con un estado catalán que les sea favorable diseñado a su medida, y si no lo pueden conseguir, algo de lo que en privado están convencidos, cuando menos conseguirán que sus tropelías queden en un segundo plano, haciendo del proceso de independencia el eje central de la política y de la justicia catalana y española, dilatando y bloqueando indefinidamente los casos de saqueo que los tribunales investigan, lo que favorecerá posiblemente el sobreseimiento, la pérdida de pruebas y el olvido de los mismos, yéndose una vez más de rositas, los extorsionadores, anti-sistema del bienestar, como sucedió con el caso Banca Catalana. El proceso soberanista, no sólo beneficiará a la oligarquía catalana, sino que también beneficiará al partido que gobierna en España, o sea al Principal Partido de la corrupción, un partido que está siendo acusado de “robo” a todos nosotros/as. Los innumerables casos de corrupción de este partido, el proceso soberanista los deja en un según o tercer plano, apareciendo este Gobierno y su partido, como los salvadores de la unidad nacional, y por tanto lavando la mala imagen que estaban produciendo los innumerables casos de corrupción y sus ministros investigados o encarcelados, que si en algún momento estaban creando fisuras entre sus seguidores y mantenedores del “estado de corrupción”, el proceso soberanista catalán hará que se unan ante el enemigo común, la independencia de Cataluña. La corrupción, la precariedad laboral, los ataques al estado de bienestar, el paro, etc, etc, … es algo de lo que ya se habla sólo en las hemerotecas.
- Quinto, porque vemos que toda esta movida, puede llegar a favorecer el atrincheramiento de todo el centro derecha en torno al Principal Partido de la corrupción, lo que les beneficiaría en unas próxima elecciones alcanzando más cotas de poder, lo que les permitirá seguir bloqueando con más fuerza aún, todos los procesos que ahora tienen abiertos y que en estos momentos están siendo casi olvidados.
- Sexto, porque llevamos casi 40 años desde que entró en vigor la constitución, que entendemos es necesario reformar en su conjunto, y no solo en el aspecto que ahora le interesa a la burguesía catalana, que tan cómoda ha estado durante todo este tiempo bajo el paraguas constitucional.
- Séptimo, como decíamos al principio, entendemos que la independencia y el derecho a decidir negado y aceptado durante 40 años, no es garantía de nada, máxime cuando el saqueo de nuestro estado de bienestar se puede contabilizar en miles de millones de euros, por lo que pensamos que la prioridad de la izquierda debe de estar en reivindicar que nos devuelvan el estado de bienestar que nos han robado, y no debe de perderse bailando al ritmo que toca la burguesía.
Por todo esto, creemos que ahora no es el momento de entablar aisladamente desde Cataluña, una lucha abierta contra el Estado y la Constitución.
Primero, que nos devuelvan lo que nos han quitado.